Ritual para alejar malas vibras
Te ofrecemos un sencillo ritual para saber si nos desean mal y cómo deshacernos de esa negatividad, ya que no hay que olvidar que todo es energía, buena o mala... Cada uno emite su propia energía y la puede transmitir a otras personas. Hay quienes pueden sentir alguna clase de envidia o resentimiento contra nosotros y eso nos puede contaminar con energías negativas
Es inevitable toparnos a diario con personas complicadas que quieren afectarnos, así que te traemos un ritual para descubrir si así es y protegernos de aquellos que no vibran bien contigo. Por eso, ¡no sufras! hay que aprender a descifrar qué ocurre y sobre todo, dejarlo ir.
Debido a esto, podemos ayudarnos de algo tan sencillo como unos limones para limpiar nuestro alrededor de malas vibras y alejar cualquier tipo de negatividad. ¿Listo para intentarlo?
1.- Separa una cantidad de clavos de olor, que en el esoterismo nos ayudan a protegernos del mal que nos deseen.
2.-Corta a la mitad un limón. Inclusive lo puedes cortar en cuatro, como en cruz.
3.-Vas a poner el limón cortado sobre un plato de porcelana, de preferencia de color blanco, y le añadirás nueve clavos de olor a cada pedacito.
4.-Colocarás el plato de porcelana con el limón y el clavo debajo de tu cama, sin obstáculos a su alrededor. Vete a dormir y continúa tu vida normalmente.
5.-Dejarás el plato debajo de tu cama durante nueve días, revisando a diario cómo se está poniendo.
6.-Si el limón se está pintando de color café es porque estás atrayendo mucha energía negativa. Si le está saliendo moho, es que alguien te quiere hacer algún trabajo o mal. Si el limón se está poniendo negro, es porque un mal muy intenso ya te está afectando, porque ya alguien te está deseando pura negatividad. Si el limón se seca normalmente, significa que todo está bien en tu vida.
Deja que el limón absorba la negatividad que te manden, que recaiga en él ese mal de la gente envidiosa y tú sigue tu vida tranquilamente, libre de esas malas vibras.
Deja que el limón absorba la negatividad que te manden, que recaiga en él ese mal de la gente envidiosa y tú sigue tu vida tranquilamente, libre de esas malas vibras.