top of page

LA LEY DEL KARMA Y ALGUNOS SUPUESTOS

Por la palabra "karma" suelen entenderse acciones malas y sus consecuencias negativas. En realidad, no es así. Karma como tal no es ni malo ni bueno. Su sentido consiste en que, de cumplirse todas las condiciones, toda causa tiene su efecto. Con otras palabras, una causa positiva trae como recompensa la alegría, mientras que una causa negativa trae como castigo el sufrimiento. La causa que no es positiva ni negativa tiene un resultado que no es malo ni bueno. Este es el karma o Ley de Causa y Efecto.

Algunas personas caen al Infierno porque han pecado. La razón es la siguiente: si uno causa dolor o induce a error a otros, el estado de alma de estos últimos se imprime en el campo informativo de aquél. Es lo mismo como si yo golpeara a una persona. Su dolor botará como una pelota y yo cazaré esta pelota de dolor en mi Mundo Causal. Supongamos que usted ha matado un animal pequeño. Cazará en su corazón la pelota del dolor causado a ese animal. Esta es la Ley del Karma.

El secreto del logro de la felicidad consiste en hacer felices a otros, en causar alegría a otros, causar alegría a todos los seres vivos. Como la mayoría de ustedes destacan a los hombres entre otros seres vivos, podrán comenzar por aquellos que les sean más agradables, dando amor y bondad a las personas, o podrán manifestar ternura y caricia respecto a su animal querido.

Gracias a tal ofrenda de bondad y ternura usted sentirá el mismo placer que han experimentado esas personas o animales.

Todo lo que pensamos, todo lo que imaginamos, todo lo que hacemos, cada partícula de información se almacena en un banco de datos situado en el Mundo Causal (Reino Sin Formas). La información

se transmite en el siguiendo orden: primero, el Mundo de Fenómenos, luego el Mundo Astral (Mundo de Formas) y, por último, el Mundo Causal.

Para poder despertar y abandonar el estado de Ignorancia debemos reconocer la existencia del karma en este Mundo de Fenómenos, así como el hecho de que nunca podremos escapar al mismo, por mucho que lo queramos. Si usted logra huir temporalmente del karma deberá comprender que es lo mismo que guardar dinero o tomar créditos en un banco. Si uno toma constantemente, aunque sean sumas pequeñas, terminará por acumular gran cantidad de deudas sin poder devolverlas.

Si usted va acumulando poco a poco buen karma y no busca placeres, aumentará sus "ahorros". Si sigue acumulando mal karma, busca placeres y niega el resultado del karma, terminará por quedar con gran cantidad de deudas.

Analicemos dos prácticas como ejemplo que constituyen la base del budismo: el Dar y el Cumplimiento de los Preceptos. Supongamos que usted ha hecho a alguien una ofrenda en forma de dinero o bienes. El que lo recibe será feliz. Y la pelota de su alegría irá a parar al Mundo Causal de usted. ¿Y el Dar paz? Dar paz trae a otros calma y tranquilidad. Cuando usted trae a otros paz y tranquilidad esto los hace felices. Y la pelota de alegría de tal persona resultará en el Mundo Causal de usted.

¿Y el Dar la Verdad (Dharma)? Usted predica la Verdad a quienes viven sumidos en la ignorancia. Entonces esas almas despertarán a la Verdad y estarán alegres. Y la pelota de su alegría será cogida por usted. Estos son los aspectos positivos del Dar.

La mentira intensifica el movimiento de nuestra alma orientado a ocultar distintas cosas, lo cual frena la manifestación de nuestro karma. Con otras palabras, resulta como si cubriéramos algo con una caja o un saco. Cuanto más mentimos por mayor tiempo se aplaza la manifestación del karma. Cuando el karma se manifiesta lentamente, la ley de karma es muy difícil de entender, y vamos acumulando más y más acciones malas. Cuando, en definitiva, ese karma malo se materialice, tendremos que experimentar su retribución muy pesada. Estos son los efectos de la mentira. La verdad no trae nada bueno. ¿A qué me refiero? No tendremos un buen resultado, mas seremos capaces de ver todas las cosas tal como son.

¿Qué sucederá si ofendemos con palabras a otros? El resultado será semejante al asesinato. El hablar mal causa dolor a otras personas. Y la vibración de ese dolor vuelve a nosotros. De tal manera, no pronuncie palabras huecas, sino diga sólo la verdad; no ofenda a otros, sino hable bien de ellos. Esta práctica sencilla puede reportarle gran provecho. Los budistas cuentan la historia de un hombre que cayó al Infierno porque ofendía a otros. La ofensa oral produce el mismo karma que el asesinato, pese a ser diferente la forma de esas acciones.

Si nos referimos ahora a la calumnia, podemos decir que ésta se basa siempre en el celo y la envidia. Como ha dicho antes, tras semejantes fenómenos del alma está el odio. El odio se parece a un muro, y al provocar la enemistad usted va comprimiendo más y más su propio mundo. De tal manera, al incumplir este mandamiento, uno mete cizaña entre las personas, reduce su propio mundo y termina ensimismándose. Si usted dice palabras que armonicen las relaciones entre personas y les lleven la paz, su alma se enriquecerá, los muros caerán y usted tendrá buenas relaciones con muchas personas. Asimismo, aprenderá muchas cosas, y su alma madurará.

En resumen, la mentira, la ofensa oral y la calumnia son acciones de nuestra habla que nos hacen infelices. A decir verdad, si nos abstenemos de hablar con frivolidad, decimos palabras buenas y palabras que armonicen las relaciones entre personas y les lleven la paz, la enfermedad de nuestra alma será curada y nuestra alma madurará.

El Nirvana es un estado en que no surge ningún karma. Al parecer, la voluntad, las imágenes y los pensamientos del hombre trabajan cuando contacta con otras personas, pero en realidad no es así. Semejante estado es un estado de buda. El estado de Nirvana y el de buda son diferentes. El Nirvana es la liberación del karma propio. El estado de buda es la liberación no sólo del karma personal, sino de todo karma en general.


Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
No hay etiquetas aún.
Síguenos
    bottom of page